Acerca de ...
El
lugar captado del pensamiento. Las inhibiciones frente a las
iniciativas. Seres circunvalados, aprehendidos desde afuera. El
sadismo cognitivo. Desde el esteticismo de la eternidad al tiempo
circular del mito.
La
pérdida de peso específico, eso liviano que aflora con los años,
refuerza el compromiso para no comprometerse. Una ética inseparable
de una estética es lo que solo nos identifica ante nosotros mismos.
No juzgar para no ser sometido. No disponer para no ser aprehendido.
No
hay un lugar en donde ubicar el pensamiento, porque el pensamiento es
ese lugar. En ausencia de pensamiento no hay posición, porque no a
lugar.
La
inhibición de un deseo es un sortilegio para exhortar a su
incumplimiento. ¿Acaso existe un deseo satisfecho?. Lo saciado es lo
más próximo a la satisfacción, de ahí que el insatisfecho busque
asiduamente el empacho.
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