Acerca de ...
De
cómo traslada el capitalismo la posibilidad de sensación a la
capacidad de adquisición. El poder del tener. Los consumidores de “terror”. La histerización como técnica posmoderna de
estimulación al consumo. La conducta del irresponsable o lo irresponsable de la
conducta. Sobre la subordinación de lo necesario a lo superfluo. La imposición colonialista de hoy a
través de las economías de mercado. La cultura de la
representación. La inhabitabilidad de los espacios sociales.
El Capitalismo policéntrico y especulativo.
Retornar
a un momento es inviable. El retorno mismo es una quimera. El eterno
retorno de lo cíclico pertenece a una sociedad que ya no nos
acompaña. Pertenecemos al fenómeno de lo irreversible. El comisionista de estímulos. El mundo
laboral es ese osario en el que pacen los inhabilitados para la vida,
los mansos de espíritu, en los que se fundamenta la responsabilidad
como morfología para la organización del desorden. Sólo entonces lo
anecdótico presenta interés ante la obviedad objetivada por la
rutina. Es el fetichismo sobre lo accesorio, lo banal o lo
prescindible…Y sin embargo se acompaña de esa reacción contagiosa que busca en la insaciabilidad de suero su
sustento.
La
vía para apaciguar el desorden crítico en un espacio inhabitable
pasa hoy por confundir expolio por intercambio. La aportación del
capital especulativo al expolio económico ha sido espectacular. Aunque, ¿cuál es el peso “real” de la
economía virtual?. Quizá sea equiparable al aumento desmesurado de la pobreza,
o de la mortalidad infantil, de la precariedad laboral, del suicidio por desahucio ...
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