ALGO SOBRE "LA VERDAD"
“La verdad os hará libres”.
Un análisis más preciso nos revela que la “verdad” tiene que ver más con la creencia que con la certeza, con el sí mismo que con el otro, con la condición que con el criterio. La verdad es un entorno dispuesto a acogernos en su seno sin desprecio, porque la verdad concisa y determinante es la muerte.
Entonces …“La muerte os hará libres”
Esto es más factible o más cercano de quien pronunció esa máxima o de quien la tradujo, allá en lo inconmensurable de la oscuridad de la noche. Porque la verdad como la muerte andan desposeídas, en busca de su objeto, pues la muerte siempre se señala en alguien.
La verdad y la muerte se imponen en esa conjunción que niega la vida, cercenando radicalmente al ser libre, imposibilitándolo.
Porque el ser libre es posible mientras burle a la muerte, mientras sea capaz de eludir a la verdad. El ser libre relativiza, duda, actúa para alterar el orden, para evadir la condena que imponen al unísono la verdad y la muerte.
La verdad y la muerte muestran su sinsentido como la rosa desposeída de su rosal.
La verdad impone su condena que es la muerte y ésta confía complacida en acoger a su víctima.
Jesús lo dijo: “la verdad os hará libres”. Y a continuación apostilló: “la verdad soy Yo”.
Ese “yo”, insustancial, dios de todos los credos se quiere “verdad” y por tanto muerte en toda su extensión. La muerte es la contribución biológica para constatar la separación entre el espacio y el tiempo. Es esa tercera dimensión de lo impenetrable, la masa de la materia oscura, el poro por el que se diluyen los sueños, la llaga de la nada.
Cuando Nietzsche sentenció la muerte de Dios no hizo sino certificar la muerte de la verdad. Esa verdad que se quiere imponer tanto desde el logos como a través de la fe. Esa verdad de lo que se pretende diáfano, inmaculado, único, singular, inasible, inmutable, etc. La negación arbitraria sobre toda conjetura.
La “verdad” es la mentira que se impone sobre otras como una sentencia de muerte que se pretende inapelable, un aparente que quiere consolidarse como certeza, la desproporción de un veredicto sobre unos hechos que exudan la culpabilidad inherente de quien los juzga.
4 comentarios:
¿Qué verdad?¿Cuál es la verdad "verdadera"?La muerte sin duda es una verdad, mas no todas. Hay muchas verdades en este mundo y en los anexos, sólo has de elegir la tuya y vivirla. Es, por tanto, cierta la frase "La verdad os hará libres", con la aclaración de que es la verdad de cada uno y en el pequeño lugar que ocupamos. Pues, aunque nos sintamos enjaulados, muchas veces nos ponemos nosotros mismos los barrotes, no los demás, por tanto estamos actuando libremente al inducirnos una cárcel y condena poco saludables en nuestro día a día. En cuanto a la muerte, no es sino un punto y seguido en el texto que todos seguimos. Hay quien elige vivir eternamente y lo consigue, sólo hay que propagar las verdades oportunas. (Teresa de Calcuta, Lady Di, Hitler, Kennedy, y para muchos Jesús de Nazaret también, entre muchos otros que hubo, hay y vendrán).
Definitivamente, nuestra verdad nos hará libres en nuestro pequeño habitáculo, pero ser libres en el mundo ya es mas complicado.Eso si, todo es cuestión de proponerselo.
un beso.
La VERDAD se quiere unívoca pues “tiene igual naturaleza o valor sobre cosas o hechos distintos”. Es una especie de “sello de calidad”. Una condición que está por encima de lo verdadero, que sería “una cualidad del objeto o el hecho agraciado por la verdad”, que “contiene verdad”.
A continuación podría también contemplarse lo verosímil, que “tiene apariencia de verdadero” o que puede ser “creíble por no ofrecer carácter alguno de falsedad”. También podríamos hablar sobre lo auténtico, “una certificación con que se testifica la identidad y verdad de algo”.
Pero LA VERDAD, tal y como se contempla en este opúsculo, se refiere a la “VERDAD QUE OS HARÁ LIBRES: Dios, La Muerte”.
En cuanto al ser libre, que es aquél que ejerce la libertad a través de la elección entre distintas posibilidades, no necesariamente tiene que estar determinado por la VERDAD para poder elegir. Ser libre no es sólo la posibilidad (pasiva) de poder elegir, sino elegir (activo). Ser libre no es tener un derecho, sino ejercerlo.
Por eso entre la VERDAD de lo inmutable, invariable, inconmensurable, etc, y la libertad hay una contradicción, una obligación que determina esa libertad de actuar, limitándola a ejercerse en el marco que concede y establece LA VERDAD.
Tu aclaración sobre que “es la verdad de cada uno y el pequeño lugar que ocupamos” no es equiparable a la imposición que se ejerce desde LA VERDAD, porque son las verdades múltiples consideradas como posibles antitéticas con LA VERDAD una: Dios, La muerte.
Me ha gustado mucho lo de que “la muerte no es sino un punto y seguido en el texto que todos seguimos”. Siempre y cuando ese texto lo escribamos en lo posible nosotros interactuando con el mundo. No esta mal ejercer la libertad colocando ese “punto y seguido” en su momento, y no para vivir eternamente, sino simplemente para dejar de vivir.
Pero hoy vivir eternamente o trascender es pasar a la historia, ser recordado por tus obras, algunos como verdaderos cainitas, otros como “redentores de almas”, otros como constructores de una iconografía que nos identifica, otros como libertadores que imponen el yugo para salvaguardar “la libertad”.
Es LA VERDAD una ilusión
Que nos engaña
Es LA MENTIRA una realidad
Que nos empaña.
Luces y sombras
Claros y oscuros
…..
pues amarga la verdad
quiero echarla de la boca
y si al alma su hiel toca
esconderla es necedad
Si,
Nunca al duro español supo el gusano
persuadir que vistiese su mortaja.
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