Consideraciones humanas sobre cuestiones inútiles, innecesarias e imperfectas de la profesión atea. Compartir lo efímero, testimoniar lo disoluto, aullar ante el silencio. Aulla! Aulla!

3/09/2012

EL LEGADO DEMOCRÁTICO

El perfeccionamiento de las formas de dominio por las cuales el poder ejerce su control sobre la ciudadanía se ha ido trasladando desde los burdos pero eficaces procesos de Represión, en los que se amparaba el ejercicio de la violencia física, la tortura, la persecución, el encausamiento y la privación de las mínimas garantías y derechos de la persona, hacia modos muy sutiles de Manipulación de masas, por los que se condiciona el comportamiento social y se impone la tutela, el orden, desde cada Estado sobre cada uno de nuestros "rebaños históricos", como calificara a las masas en su momento A. Rimbaud.

El nomadismo-sedentario es la fórmula de colonización en los actuales procesos de expansión de las sociedades del derroche. Los cuerpos viajan, las mentes permanecen inmóviles. En lo global no hay singularidades, sólo la seguridad de lo uniforme, de lo descontextualizado, la sustitución de lo armónico por el simple tono compartido de un móvil.

En la España de la transición no era difícil entrever que el proceso iniciado de constitución democrática no era sino la única posibilidad factible que se le abría a un régimen obsoleto que agonizaba. Perpetuarse significaba ofrecer la virtualidad de un "cambio" en el modelo político. El tiempo ha demostrado que efectivamente no hubo ninguna ruptura, sino que por el contrario, con la representación democrática, lo que realmente se sellaba era la inviolabilidad del propio régimen, su continuismo disfrazado de alternancia democrática. Todo intento de desligitimación legal de aquella posguerra, de la Represión ejercida, ha sido vano. Ni la Ley de memoria histórica, ni la pretensión de reconocimiento de crímenes contra la humanidad,  el posible encausamiento de personajes de esa época, ha sido un fracaso. Tanto la derecha como la izquierda pactaron y sellaron una paz irreal basada en el olvido, un borrón y cuenta nueva que facilitase la posibilidad democrática como único modelo político de dominio, una exigencia incontestable para poder participar del emporio social y económico de Occidente.

La ficción por la cuál creyera Nietzsche que el rebaño se podría convertir en señor, el parlamentarismo y la información, iniciaba de nuevo su andadura tras décadas de retraso con respecto al entorno político europeo.

Esta vez se producía la liberación de la opresión ejercida por una dictadura, pero modélicamente, sin violencia. A los ojos del mundo este proceso fue posible por la "madurez social" del pueblo español, cuando en realidad no era más que puro servilismo, miedo fluido que atravesaba varias generaciones de españoles, producto únicamente del ejercicio de dominación del poder pastoral ejercido por la iglesia y el estado.

Además, las necesidades sentidas desde la denominada "madurez histórica" de la "izquierda domesticada" coincidieron con las exigencias detectadas por los hijos de la oligarquía, que comprendían que las formas de dominación política, hasta entonces vigentes, ya no se correspondían con las exigencias de organización económica impuestas desde el entorno geopolítico de nuestro país. El pacto fue cuestión de limar pequeñas aristas, que lustraran la representación, maniobras de distracción para que el truco tuviera alguna verosimilitud. En este sentido la "liberación" democrática no fue sino una transición hacia la manipulación generalizada.

¡ LIBERTAD ¡ fue el premio conseguido por tanto esfuerzo, la consecuencia de un pacto entre pares, la apertura de una oligarquía hacia una burguesía centralista ya constituida que aspiraba a obtener cuotas de poder por un lado, y a la pretensión de esa misma burguesía, pero de la periferia, que con los "nacionalismos" exigían ocupar en el reparto la parte alicuota de poder correspondiente.

Con todo ello, hoy ya podemos comprobar que en este nuestro "Sistema Democrático":

La libertad política ha significado corrupción generalizada sobre este estamento.

Que la libertad de expresión se ha materializado en telebasura.

Que la libertad económica se ha concretado en el fraude generalizado de los ciudadanos consigo mismos y con el Estado.

Que la justicia es un poder corporativo que garantiza el buen funcionamiento de todo ello en estos términos

Hoy solo podemos certificar que aquella ilusión democrática ha sido una gran decepción traumática. Y que lo que hemos contraído y hoy contraemos para las generaciones futuras es una deuda económica que nunca podrán saldar. ¡ Enhorabuena ¡

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