Acerca de ...
Libertad
a cambio de seguridad. La extraterritorialidad del poder frente a la
vinculación de lo político a lo local.
El
“paraíso social del bienestar” que ofrecieron las sociedades
democráticas después de la segunda guerra estuvo limitado por la
garantía de su seguridad. Así, aquél impulso democrático fue
perfectible desde el momento en que pudieron engranarse, por un lado,
los nuevos medios de control y manipulación de masas y, por otro, el
establecimiento de una bipolaridad en equilibrio a partir de los
bloques militares. En esas circunstancias fue posible en Occidente
“disfrutar de libertad” como de aquella opción referida que
otorga la capacidad de disuadir a otro para no franquear los límites.
Por ello, si la seguridad se fundamenta en torno a una amenaza,
convendríamos en que la libertad lo hace en torno al control que se
ejerce en su nombre.
En
este sentido la seguridad se ha extendido hacia lo global, bajo
sistemas multilaterales de disuasión, mientras que el control social
confluye hacia el ámbito reducido de lo local. Se garantiza “la
libertad“ sobre una seguridad global, pero se ejerce la represión
bajo un férreo control social en el ámbito local. En ello se
aprecia, tanto la garantía para el ordenamiento económico global,
como que la única circunscripción para el orden político es el
orden social bajo fórmulas de control represivas.
En
ese contexto “la libertad”, es un atributo que ya no es
patrimonio de las personas o de las colectividades sino exclusivamente de los
capitales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario