¿PODREMOS O PUDIMOS?
A la vista de los resultados de las
últimas elecciones al parlamento europeo en nuestro país y sin
entrar en muchos pormenores al respecto me interesa resaltar lo
paradójico de esos resultados si fueran extrapolados a las próximas
elecciones municipales. Curiosamente todos los análisis que he leído
en estas últimas semanas se centran en proyecciones a unas
futuribles elecciones generales con resultados espectaculares.
Incluso desde los líderes de el incipiente “Podemos” se apunta
en su discurso sus aspiraciones al “gobierno de la nación”, no
teniendo en cuenta que el Ebro pasa por Zaragoza antes de desaguar en
el mar mediterráneo.
Si ya fue un error de concepto -claro
que fue un acierto para quienes así lo propusieron e impusieron en
los medios de confusión y domesticación- considerar el 15 M como un
movimiento, ahora podemos/puede caer en el mismo error,
considerándose como tal un movimiento que se formaliza en partido
político con aspiraciones de gobierno. Pero no hay que confundir
“movimiento” con “movilización”, como tampoco conviene
hacerlo entre“gobierno” con “poder”.
Si hoy existen en todo el estado
aproximadamente 400 círculos en torno a “Podemos” ¿qué
porcentaje real de población participa activamente, está
movilizada, en este proyecto político “abierto”?. Sin duda lo
consideraríamos alto en relación al vacío existente previamente,
pero bajo en relación a lo deseable. Es cierto que ha sido rota una
inercia y que la importante energía necesaria para despegar y vencer
la fuerza que ejerce la gravedad del inmovilismo ha podido acumularse
y detonar por convergencia en la candidatura de “Podemos”. Pero
puede ocurrir que ahora en esa candidatura se crea que con ese
impulso inicial hay fuerza suficiente para llegar a su objetivo con
la propia inercia de ese despegue y la fuerza de atracción de masas
que pueda esta procurar. Craso error si así se considera.
Ya fue, desde mi punto de vista, un
error No confluir, con anterioridad a las propias elecciones, en una
única plataforma que aglutinara al mayor número de iniciativas
similares. El resultado hubiera sido mucho mejor y lo que es más
importante la energía disponible a posteriori, por la confluencia de
la propia movilización, mucho más alta y por ello posiblemente más
eficiente al concentrarse.
Por ello, y al no haberse realizado esa
confluencia, ésta aparece ahora no solo como necesaria sino como
algo pendiente y, si entonces no se realizó entre otros motivos por
aquello del credo en las propias expectativas electorales, hoy no se
camina en esa dirección por mor de la desconfianza, algo tan
nuestro, y por aquello de confundir confluencia y vasallaje por la
posible “perdida” de propia identidad que se origina en toda
confluencia, en todo mestizaje. Como si cada uno de estos pequeños
grupos políticos tuviera una “identidad” diferenciadora, como la
tiene una especie de otra en el mundo animal.
Afortunadamente hubo quien teniendo
verdadera identidad -por la acción y no por omisión- no se prestó
al juego del mercado político europeo, presuponiendo con acierto que
fuera cual fuera el resultado, para unos o para otros, nada se
podrá conseguir si lo que no se amplia y en donde se pone el
foco para invertir la energía de que se dispone no es en lo Local.
Porque donde reside la materia que alimente una deseable
transformación democrática del ejercicio del poder es en los
municipios, grandes, medianos y pequeños. Pues es ahí en donde se
ha nutrido el desfalco y el expolio que nos ha traído hasta aquí y
que sostiene todo este emporio.
En este contexto, NO entiendo como
desde que terminaron esas elecciones desde todos los pequeños
partidos con programas similares no han comenzado los acercamientos
hacia una única plataforma. NO entiendo como desde “Podemos” aún
no ha aparecido en su discurso un llamamiento público constante y
reiterado en cada acto, en cada aparición televisiva de sus
“lideres”, para que se movilicen las personas en todos los Ayuntamientos y barrios de este país en la creación de “Círculos”
y “Plataformas Locales” que comiencen a trabajar para
constituirse en Candidaturas para las próximas elecciones
municipales. Porque será ahí en esas elecciones en donde se
confirmen las expectativas, en donde se empiece a restar poder real a
la oligarquía política de este país, en donde se comience a
practicar la democracia directa y el control social sobre el
ejercicio de la gestión política de lo publico. NO entiendo como
desde los Círculos ya creados no se están convocando reuniones con
los colectivos sociales que ya están funcionando mejor o peor en
cada localidad y que no viven de subvenciones clientelares del
entramado político al uso. NO entiendo como se discrimina a otras
personas singulares o colectivos sociales desde la identificación
previa de esta movilización como de “izquierda” o en banderas
partidistas o ideológicas al uso, que excluyen en vez de agrupar. No
entiendo como se discute la organización de una estructura política
cuando no se impulsa previa y prioritariamente su extensión social
en todos los pueblos y barrios. No entiendo a qué tipo de gobierno
se quiere aspirar sin tener previamente un efectivo y real poder
popular local.
¿Estarán dejando correr al galgo tras una liebre de plástico?.
¿Estarán dejando correr al galgo tras una liebre de plástico?.
1 comentario:
¡Hombre es que hay que actuar en todos los frentes! Tienen que organizarse, que están en ello; tienen que pertrecharse de ideología y política concreta; sacar líderes de donde los haya; disponer de medios para llegar a los Medios; aclarar el programa y las prioridades; todo eso antes de liarse la manta la cabeza y empezar a unir voluntades; y que otros grupos quieran unir voluntades...; en fin, el poder municipal la ley española está hecha de manera que no sea tal poder: Hay que empezar por ahí pero a la vez tirar políticamente a la cabeza, que es donde duele...
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