EL CAMINO HACIA LA EXCLUSIÓN DE GRECIA DEL EURO Y DE LA UNIÓN EUROPEA I
Desde 2010, Grecia ha recibido ya dos rescates por valor de 240.000 millones de euros de la UE y del FMI.
El
6 de noviembre pasado las
negociaciones entre Grecia y la troika en París concluyeron sin
acuerdo. La troika vio como insuficientes las medidas propuestas
desde Atenas para hacer frente a su brecha financiera prevista para
2015, estimada entre 2.600 y 3.600 millones de euros. Por un lado, el
Ministerio de Finanzas griego consideró que no existiría tal brecha
ya que los ingresos adicionales previstos bastarían para equilibrar
las cuentas. Sin embargo los representantes de la troika rebajaron
esas estimaciones de crecimiento del PIB griego para 2015 del 2,9%
oficial al al 2,3%.
A
partir de ese momento la estrategia de la troika para la expulsión
de Grecia del euro y la Unión Europea se precipita:
Así,
el 7 de diciembre los ministros de Economía de la eurozona acordaron
dar una prórroga
de dos meses para realizar el tercer rescate de Grecia hasta finales
de febrero,
ya que expiraba el 31 de diciembre. El objetivo según se anunció
fue dar más tiempo a la troika y al Gobierno de Atenas para pactar
los ajustes exigidos para
que pudiera realizarse el desembolso del último
tramo de 1.800 millones del
actual segundo programa de “asistencia financiera”.
Igualmente el
Eurogrupo reiteró su oferta de conceder a Grecia, cuando concluya el
rescate, una
línea de crédito preventiva del Mecanismo Europeo de Estabilidad
para
garantizar que se pueda financiar en buenas condiciones, reclamando
al Gobierno de Atenas que para ello aplique
rápidamente todas las reformas exigidas
por la troika.
A pesar de estas
alentadoras noticias el 8 de diciembre se produce una jornada negra
en la Bolsa
de Atenas, que sufre grandes pérdidas de un 12,78% mientras que la
rentabilidad del bono a diez años en el mercado secundario repuntaba
y superaba el 7,6%. Todo ello se achacó a la “inestabilidad
política” que se vive en el país motivada por el anuncio del
Gobierno griego de proponer a Stavros
Dimas como candidato a presidir la República en la votación
que el Parlamento realizaría el 17 de diciembre, curiosamente
dos meses antes de lo previsto.
Tal
y como era previsible un candidato que no hubiera sido previamente
consensuado entre el partido del gobierno y la oposición
difícilmente obtendría los apoyos necesarios para su nombramiento,
al igual que ocurriera en las dos rondas siguientes de votaciones del
23
y 29 de diciembre, lo que condujo a la disolución de la Cámara y la
convocatoria
de las elecciones generales anticipadas que han sido celebradas el
pasado domingo 25 de enero.
Fue el
presidente Samarás, el propio impulsor de este candidato para el
fracaso, el que a su vez afirmara que el objetivo del gobierno fuera
“zanjar las posibles dudas en el extranjero sobre la estabilidad
del país”.
Lo que como hemos expuesto produjo el efecto contrario. Igualmente,
planteó que con la
elección del presidente -que él imponía- en un mes se
restablecería la estabilidad y
Grecia estaría lista para pasar al periodo posmemorando.
Pero parece que a nadie
le ha interesado realmente pasar a ese período “posmemorando” y
superar las trágicas fases de los sucesivos rescates.
Por un lado para
Alexis Tsipras, líder de Syriza el
adelanto elector se consideró "una victoria popular y
democrática importante" y
acusó a Samarás de mentir respecto a la estabilidad de su Gobierno
al “asegurar disponer de la mayoría necesaria para elegir al
presidente de la República (cosa que se demostró falsa) y en el
interior pedir el apoyo de los diputados, con el pretexto de que
estaba ya listo un acuerdo para la salida del memorando".
Por el otro,
Andonis Samarás, aseguró que "la elección del presidente se
estaba transformado en los últimos meses en un chantaje político
por otras fuerzas políticas para forzar las elecciones anticipadas".
El candidato
presidencial, Stavos Dimas, de
73 años,
es un conocido político
conservador que
ha ocupado varias veces el cargo de ministro en los Gobiernos de
Nueva Democracia, el partido de Samarás, la última vez entre
noviembre de 2011 y mayo de 2012, cuando fue titular de Asuntos
Exteriores. Un político, que ha estudiado Economía en Grecia y
Estados Unidos, trabajó en el Banco Mundial en los años '70 y ha
sido comisario europeo dos veces:
de Empleo y de Asuntos Sociales y Medio Ambiente.
Curiosamente
en ese momento de la propuesta presidencial la gobernabilidad en
Grecia estaba sostenida por un pacto de legislatura entre los
conservadores de Nueva Democracia (129 escaños), los Socialistas del
Pasok con 33 escaños y la moderada Izquierda Democrática con 17
escaños. En total entre todos ellos sumaban 179 escaños pero, para
la elección del presidente, eran necesarios en la última votación
al menos 180 votos.
La pregunta es
¿cómo y por qué No fueron capaces de mantener ese pacto y arañar
un voto más para conseguir la elección presidencial y, con ella, la
estabilidad para mantener la gobernabilidad y llevar a término los
plazos de los rescates para continuar con lo pactado con la troika y el
eurogrupo si, como era previsible, con una crisis de gobierno y nuevas
elecciones estos partidos perderían representación y posiblemente
el gobierno pasase a manos de Syriza?.
Primer objetivo cumplido: pongamos a la izquierda de Syriza en el poder.
Primer objetivo cumplido: pongamos a la izquierda de Syriza en el poder.
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