EL CLIMA Y LOGOS

Mientras el frío se vincula al silencio, el calor se circunscribe al bullicio. En el frío, la energía, se concentra para ser tangible, en condiciones de calor se disipa. El frío contrae, agrupa, cohesiona. El calor deshace, distiende, desagrega. El frío une, el calor separa. El frío atrae, el calor aleja. En el frío se interioriza y se ahorra. En el calor se extravierte y se dilapida. El frío escucha, el calor chilla. El frío vislumbra, el calor ciega. El frío es limpio, el calor sucio. En el frío se cristaliza el agua, en el calor se evapora. El frío conserva, el calor pudre. El frío nos conmina al ahorro de energía, el calor nos conduce al derroche. El frío se combate con actividad, el calor con quietud. El frío y el esfuerzo, el calor y la desidia. El frío tensiona, el calor distiende. En el frío se razona, en el calor se delira. El frío espabila, el calor adormece. El frío se combate, el calor se soporta. El frío es sobrio, el calor desenfrenado…

Todas estas son algunas de las condiciones determinantes que nos orientan para comprender rasgos significativos de nuestra identidad.