Consideraciones humanas sobre cuestiones inútiles, innecesarias e imperfectas de la profesión atea. Compartir lo efímero, testimoniar lo disoluto, aullar ante el silencio. Aulla! Aulla!

5/21/2011

EL DÍA DESPUÉS HA LLEGADO

Otra transición ha comenzado.          

La discusión no puede empezar hoy en qué o como se ha de materializar operativamente toda esta energía ciudadana, en como sería más útil encauzar lo que acontece. Por el contrario, hoy debe comenzar un trabajo complejo de debate, de aportaciones, de implicaciones de más ciudadanos. Hay que explicar en todos los foros posibles lo que ocurre, recabar más profundamente qué es lo que se quiere, sistematizarlo en propuestas concretas consensuadas y con el máximo apoyo social, antes de plantearse cuál debe ser la forma operativa más idónea para conseguir lo que se persigue.

Hasta hoy este movimiento se ha declarado político pero apartidista. Continuemos así. Ampliemos su base, clarifiquemos el discurso, con ese trabajo realizado será más fácil y certera la continuidad operativa que se requiera dar.

Aún hoy, con la importante repercusión que ha tomado nuestra  protesta, no podemos creer que contamos con el apoyo social suficiente. No podemos caer en el error de que con las propuestas que hay hoy encima de la mesa, discutidas y valoradas en cada plaza, está todo preparado o decidido y podemos dar ya un paso formal. Sería un error que volvería a crear desconfianza en muchos de los que se han acercado y participado activamente en todo esto, y de aquellos otros que desde Internet aquí o fuera de España participan activamente en el debate de todo este movimiento.

No es momento para la euforia sino para el trabajo. Lo de las plazas es necesario y valioso, pero tenemos que tener con nosotros a muchos de los que no han podido ir. Se trata de consensuar unos contenidos mínimos de propuestas de transformación, con la máxima adhesión posible y no de plantearse utopías irrealizables y también, como las banderas, excluyentes. SEAMOS REALISTAS, HAGÁMOSLO POSIBLE.

Toda esta energía que se está desplegando y que se va a desplegar globalmente en el resto del mundo occidental tiene que conformarse, tomar cuerpo. Por eso se ha de compaginar la acción en cada Plaza, como presión social pacífica ejercida por los ciudadanos, ante todas aquellas medidas políticas y económicas que se pretendan desde hoy imponer en el  espacio de transición hasta obtener una “democracia real”, con la articulación de una Propuesta Constituyente para un nuevo marco democrático.

Lo prioritario es en primer lugar establecer un marco consensuado para la autoorganización de todo este movimiento plural, mantener su autonomía e independencia, para poder impulsar y elaborar el contenido de una propuesta profunda de transformación democrática.

En este sentido creemos que es aconsejable desterrar de una vez por todas el engaño y el secuestro al que nos ha sometido la fantasía de cada ideología, situando a las personas en una historia que nunca escribimos. Este es un momento de ruptura pacífica en la cronología temporal, y como tal, no podemos caer de nuevo en la dicotomía maniquea de los buenos y los malos, la izquierda y la derecha, etc. Porque ese maniqueísmo resta fuerzas, desvirtúa la realidad, nos confunde, y es el que ha configurado el sistema que nos gobierna y secuestra. Su fracaso ha sido evidente. Se trata ahora de sumar para establecer unas nuevas normas de juego, para crear y proteger otra ética/moral colectiva que ampare a los ciudadanos, porque sólo de ellos, de su soberanía y acuerdo nace, para recuperar la dignidad.

Por y para esto se propone que:

1.      No habrá ninguna bandera o símbolo que identifique esta organización, porque ella no pertenece al mercado y porque, de por sí, toda bandera es excluyente, y aquí no se trata de excluir a nadie. Quien quiera sumarse a esta colectividad deberá renunciar a dogmatismos, credos, símbolos y demás construcciones patológicas que solo expresan y reproducen el dominio de este régimen moribundo. Visiones que imponen un mundo limitado, confrontado y violento en la lucha por el poder y no por el bien común.

2.      La organización se fundamenta y ampara en la colaboración entre las personas y los grupos, no en la competencia cainita entre ellos. No se trata de conquistar un poder de por sí vacío, sino de la capacidad colectiva de ocupar ese poder e instrumentalizarlo para cambiar la vida.

3.      Los personalismos, protagonismos, etc., sobran para esta tarea, el trabajo para lo colectivo es anónimo, todo personalismo identifica un interés propio ajeno en gran medida a los intereses colectivos. Debe erradicarse la creencia, tan extendida y no reconocida, de que “lo que es bueno para mí lo es para los demás”.

4.      Todas aquellas personas en las que se delegue la representación sobre las propuestas, medidas y actuaciones elaboradas y aprobadas colectivamente permanecerán en esa representación por mandato colectivo un tiempo limitado (que deberá establecerse), no ampliables en ningún caso.

La “clase política” como tal, en el marco de la organización, no tiene que existir, porque se convierte en parásita inevitablemente de aquellos a los que dice representar."Nadie te representa".

5. Se ha de conformar un programa político y social previo a la discusión de cual ha de ser la forma más operativa para realizarlo.

6. La movilización necesaria para que haya viabilidad y fuerza suficiente para alcanzar los objetivos de una “Democracia Real” deben crearse en un proceso de trabajo colectivo que aglutine la participación activa del mayor número de ciudadanos posible. Hay que crear la cultura política desde la base de la participación activa y continua de las personas en todas aquellas decisiones que puedan afectar a su vida cotidiana. La actividad política debe ser un complemento de la actividad laboral y contemplada como tal entre el máximo posible de personas de una comunidad.

Para ello hace falta iniciar un intenso trabajo para explicar en todos los barrios de cada localidad el proceso que se ha iniciado, buscando apoyo e implicación expresos, identificando lideres de opinión que se sumen al proceso y contribuyan a afianzar el compromiso de la organización para integrar a todos los vecinos, sin distinción, solicitándoles el apoyo y su posible contribución en la detección de necesidades, propuestas de medidas o ideas en una primera fase, y con el compromiso de que nada será aprobado sin el conocimiento de cada asamblea o mesa de trabajo local.

Para articular este proceso en la organización se debe establecer el dispositivo que recoja qué personas explican el proyecto, en qué lugares, diseñándose “mapas de contactos”, con los distintos niveles de implicación de la población, estableciéndose calendarios y compromisos-propuestas recibidos.

Este despliegue contribuirá a afianzar la organización, a extender su proyecto, recabando los apoyos de sectores que hasta este momento no han participado. Hay que despejar dudas, quitar miedos, ser transparentes y directos, crear lazos y complicidad para una misma causa.

7. No habrá personas “liberadas” para la acción, delegación o representación. Nada de “profesionales” de lo político. Todos somos prescindibles y la rotación es el sentido de esto movimiento social y político.

8. Solo se contará con autofinanciación de la organización para sus actuaciones. No se buscará financiación externa y si la hubiera lo sería donaciones anónimas. Ni endeudamiento, ni dependencia de intereses ajenos.

9. Una llamada a todos los técnicos, expertos y profesionales que ayuden en el análisis sobre su viabilidad, darles forma jurídica si hiciera falta para plantear si es necesario y oportuno la Iniciativa Legislativa Popular, valorar otras alternativas posibles en los campos clave: estructura del estado, energético, fiscal, medioambiental.

10. Elaboración de programa, consensuado, debatido y ratificado por toda la base social de la organización.

11. Discusión en toda la organización para instrumentar la aplicación de esa Propuesta, la oportunidad o no de formalizar un partido político que lo aplique o continuar como movimiento ciudadano independiente que utilice su fuerza al margen del partidismo y no se integre en él.

Todo ello a la vez que se produzcan las movilizaciones, las iniciativas legislativas, acciones concretas, por todo aquello que debe empezar a cambiar y por aquellas otras que pretendan imponernos de nuevo los mercados y sus gobiernos títeres.

NO ES MOMENTO DE CORRER A NINGÚN SITIO PERDIENDO FUERZA, POR EL CONTRARIO ES EL MOMENTO DE SUMAR MÁS ADHESIONES Y DE PREPARAR UNA PROPUESTA VIABLE, CONSENSUADA, CON EL MAYOR APOYO SOCIAL POSIBLE QUE INICIE UNA TRANSFORMACIÓN DEMOCRÁTICA REAL.

¡A currárselo!

No hay comentarios: